TasteAtlas, el mapa global del sabor que quiere destronar a Michelin y TripAdvisor

En un mundo saturado de guías gourmet y restaurantes de lujo, TasteAtlas ha irrumpido con una propuesta revolucionaria: poner en valor la comida local y tradicional como verdadero patrimonio cultural. Su fundador, el periodista croata Matija Babić, presentó este ambicioso proyecto que ya se perfila como una de las plataformas más influyentes del panorama gastronómico global.

Con un catálogo que incluye entre 15.000 y 20.000 platos auténticos de distintas regiones del mundo, TasteAtlas no busca mostrar solo lo exclusivo o lo moderno, sino rescatar las recetas que han sobrevivido generaciones y que narran la historia de cada lugar a través del sabor.

A diferencia de otras guías centradas en estrellas y tendencias, TasteAtlas redefine el viaje gastronómico: ayuda a los viajeros a encontrar los platos más representativos de un lugar, evitando las cadenas internacionales y los destinos de moda. La plataforma genera un fuerte vínculo comunitario, impulsado por millones de usuarios que comparten recomendaciones, discuten sobre platos típicos y defienden la autenticidad de sus cocinas locales.

Uno de los pilares de su credibilidad es su sistema de calificación ponderado, que otorga más valor a las opiniones de quienes tienen mayor experiencia y conocimiento gastronómico. Esta metodología evita manipulaciones y otorga más legitimidad a los rankings publicados por la plataforma, que ya han sido citados por medios internacionales y líderes de opinión.

Pero TasteAtlas va más allá. Sus planes de expansión incluyen una base de datos global de ingredientes locales, que permitirá no solo conocer los platos más relevantes de cada país, sino también identificar productos auténticos y de calidad. Una de las innovaciones más esperadas será la posibilidad de escanear alimentos en supermercados para comprobar su origen y autenticidad.

El modelo de negocio también apunta alto: certificados de calidad para productores, alianzas con países que buscan posicionar su cocina tradicional, y una firme intención de competir con gigantes como Michelin o TripAdvisor. “Queremos que TasteAtlas sea la herramienta con la que el mundo elija dónde y qué comer”, afirma Babić.

En definitiva, TasteAtlas no solo promueve el turismo gastronómico, sino que impulsa una nueva forma de consumir, viajar y preservar la identidad cultural a través de la cocina. Un mapa del sabor que, lejos de las élites, celebra lo que de verdad une a las personas: la comida de siempre, en su lugar de origen.